En los ´90 yo era adolescente y escuchaba metal, rock y punk. En ese orden. Luego podía interesarme por cantautores, como Joaquín Sabina, por ejemplo. Por ese camino, gracias a las interpretaciones de Joan Manuel Serrat y Paco Ibáñez, conocí a los poetas españoles y a partir de eso, me interesé por la poesía en general.
También escuchaba al cubano Silvio Rodríguez (talentoso musical y líricamente) que en 1993 lanzó un disco en vivo (Mano a mano) con Luis Eduardo Aute. El español, apenas me sonaba por su hit «Slowly», que me parecía una canción inteligente pero insubstancial. Entonces ocurrió el redescubrimiento, la epifanía, y desde ese momento, escucharía aquel álbum infinidad de veces, evitando las canciones de Rodríguez Domínguez (maravillosas pero que ya conocía) y totalmente obnubilado por las nuevas canciones de Luis Eduardo.
El disco comienza con dos baladas que Aute interpreta únicamente con su guitarra: «Anda» y «De alguna manera». Yo era joven e ingenuo: creía en esa ficción llamada amor y me enamoré de esas canciones. Otra confesión: antes de escribir poemas yo escribí un lote importante de canciones. Recuerdo que en varias intentaba imitar el estilo de Aute, y tuve el mismo éxito que una mula emulando a Leonard Cohen.
Con el correr del tiempo fui ocupándome de su discografía y reuniendo información sobre el artista (pintor, cineasta, poeta). Con el correr de los años, un amigo que vive en España me regaló varios CDs («originales» teníamos la necesidad de aclarar en la época de la piratería) y un libro de su autoría (poesía visual). Durante una de sus visitas a Uruguay, asistí a uno de sus recitales y en otra de sus visitas, conseguí que me firmara el libro.
Lo obvio, sería citar algunas de sus baladas (a las que ya mencioné, sumaría: «Alevosía», «Dentro», «Sin tu latido», «Cada vez que amas», «De la luz y la sombra»). Pero yo voy a recordarlo hoy en otra faceta, la de la canción protesta y no es a través de su himno: «La belleza». Hablaré de «Light Motiv», incluida en Ufff! (1991). Para entender cabalmente su letra, se necesita ciertos conocimientos sobre: Materialismo histórico, Cultura de masas, Geografía, Musicología, Filosofía Griega, dialectos de España, Historia del siglo XX, Historia de la publicidad, Posmodernidad, Historia del arte, y los pensadores Gilles Lipovetsky y Herbert Marcuse. Así presentada, podría parecer que la canción es pedante y soporífera, sin embargo, es divertidísima, con juegos de palabras notables y a ritmo bailable, lo que en sí mismo es una ironía, por lo que, la canción no solo exige cierto bagaje intelectual, sino también, un receptor avispado. El estribillo dice: «Qué divina la moderna moda moderada de lo light/ Al final, después de tantas calorías esto es lo que hay/ Desde Texas a Chamberí/ Se escuchaba siempre el mismo Light Motiv».
Aute falleció en el 2020. Un auténtico artista, un intelectual sensible. Mantengo la obsesión con algunas de sus canciones, que no he dejado de escuchar en tres décadas, desde mi adolescencia hasta mi actual obsolescencia programada, en la que sigo escuchando metal, rock y punk. En ese orden.